Zazen es la práctica conjunta de la concentración del espíritu y de la observación. Sentados frente al muro, en la postura tradicional del loto o medio loto, se inmoviliza el cuerpo, se calma la mente y se armonizan cuerpo y espíritu con una respiración profunda y tranquila. La concentración en la postura y la respiración permite experimentar la conciencia del ser más allá del pensamiento, antes de los conceptos, permitiéndonos retornar de manera inconsciente a la raíz de  nuestra existencia, el verdadero origen de todos los fenómenos.

Esta práctica es transversal a la humanidad, no depende de creencias ni conceptos. Sin embargo, su conocimiento ha sido transmitido de persona a persona (de mi espíritu a tu espíritu, i shin den shin) desde el Buda Shakyamuni hasta nuestros días, a través de un linaje ininterrumpido de maestros, que lo han llevado desde la India a China, Japón, Europa y América. Nuestro grupo pertenece al linaje del maestro Deshimaru, quien en la década del 60 llevó el zen a Europa, enseñando a numerosos discípulos. Entre ellos, el maestro Kosen (Stéphane Thibault), es el que ha traido la enseñanza a América Latina. Este zen transmitido está más allá de las formalidades institucionales del zen japonés, es un zen completamente fresco, vivo e innovador , que revoluciona las estructuras convencionales que se encuentran anquilosadas dentro de nosotros mismos.